© Pedro León Zapata
No son diez dibujantes en París, ni quinientas mujeres secuestradas como botín de guerra por el Estado Islámico, no son cuarenta y tres estudiantes en México, ni cuarenta y un protestantes en Venezuela. No son niños soldados en Uganda, los afectados por las leyes homófobas de Putin ni las víctimas de curas pedófilos protegidos por el Vaticano. No son tripulaciones de barcos asesinadas por piratas somalíes, infantes baleados en Palestina, creyentes masacrados en Israel. No son aviones derribados en una Ucrania invadida, neo nazis triunfando en Europa, politicos corruptos en todo el mundo o menores de edad trabajando para transnacionales. No son periodistas asesinados en Brasil o Colombia, rehenes en Siria, Damas de Blanco golpeadas en Cuba o prisioneros eternos en Guantánamo. No son cadáveres en pateras en el Mediterráneo o en balsas en el Caribe. No son adolescentes muertos por una sobredosis ni músicos decapitados en México. No es el calentamiento global, el muro en Cisjordania o la desaparición de especies. No es un joven afroamericano en Missouri, no son mujeres violadas en la India o policías baleados en New York…
Son seres humanos con hijos, sueños, padres, madres, planes, esperanzas, amigos, hermanos, deudas, derechos.
Somos nosotros, con la piel desnuda, aterida de frío, arrugada por la vejez, magra por el hambre, manchada por la enfermedad.
Somos nosotros, sin sotanas, burkas ni chaleco anti balas. Somos tú y yo. Nosotros.
enero 10, 2015 en 12:07 pm
Solo esta vez escribiré sobre política. Creo que es inmoral no tomar posición en estos momentos.
enero 10, 2015 en 12:30 pm
Ernán, me tomo la libertad de rebloguear tu escrito, tan enorme. Gracias y un beso.
enero 10, 2015 en 12:32 pm
Reblogueó esto en El cuento inacabadoy comentado:
«Somos nosotros, sin sotanas, burkas ni chaleco anti balas. Somos tú y yo. Nosotros».
enero 10, 2015 en 12:37 pm
Faltaba más. Gracias y un beso para tí.
enero 10, 2015 en 1:04 pm
Matar es un insulto y desprecio a la humanidad entera. El que hayan personas capaces de hacerlo nos tendría que hacer replantearnos los objetivos de nuestra sociedad. La ignorancia, la desigualdad, el desamor, las injusticias no pueden ser los lideres de la vida.
enero 10, 2015 en 2:03 pm
Es verdad somos todos los que soportamos esta barbarie y solo algunos los que la producen.
Saludos.
enero 10, 2015 en 2:50 pm
Te he nominado para el Best Blog!! Pásate por mi blog para ver que tienes que hacer si quieres aceptarlo!! ^^
enero 10, 2015 en 3:34 pm
No escribiste sobre política. Hoy mi buen amigo escribiste sobre la realidad del hombre. Y se agradece.
enero 10, 2015 en 4:31 pm
Estas son las palabras que todos quisiéramos decir, que deseamos marquen una huella imborrable en las conciencias del mundo… Me permites compartir?
enero 10, 2015 en 7:06 pm
Cuanta verdad y con cuànta claridad està expresada.
Gracias por tus publicaciones.
enero 10, 2015 en 8:11 pm
Hermosas palabras, Ernán, me solidarizo con ellas y con todos los familiares que han perdido a sus seres queridos. No lo podías haber expresado mejor. Un abrazo.
enero 10, 2015 en 8:14 pm
Cuánta locura en el mundo, y no precisamente locura de la buena… y lo triste es que siempre hay quien encuentra justificación para el horror, qué dolor!!
enero 10, 2015 en 8:17 pm
Y…cada vez estamos más solos hermano, solos de toda soledad. La humanidad hoy llora con un llanto seco, sin lágrimas por no tener siquiera la esperanza de redención porque acaba de ser ultrajada y, después de un sufrimiento inútil y espantoso, asesinada.
enero 10, 2015 en 8:43 pm
Descubro este blog al visitar el de madamebovary, y en él me quedo.
Gracias por el texto que has escrito, me parece extraordinario.
Saludos.
enero 11, 2015 en 1:14 am
Buenísimo.
enero 11, 2015 en 1:17 am
Reblogueó esto en Gay Files de Luisy comentado:
Del excelente blog «DESPUÉS DE LA MEDIA RUEDA» una entrada para la reflexión, «Una excepción…» por Ernán Dezá
enero 11, 2015 en 2:50 am
No hablaste de politica, al menos asi yo lo veo. Hablaste de la humanidad, de la igualdad de los seres humanos, de la justicia. Para mi este es un canto a la vida como deberia de ser
enero 11, 2015 en 5:10 am
Muchísimas gracias, lo haré tan pronto pueda. Saludos desde un Polo Norte muy nevado.
enero 11, 2015 en 5:10 am
Claro que sí, Anna. Muchas gracias.
enero 11, 2015 en 5:11 am
Gracias, mi amigo Luis. Te debo una respuesta y un post para tu blog. No lo olvido.
enero 11, 2015 en 6:00 am
Muchas gracias por todos los comentarios. No ha parado de nevar en casi veinticuatro horas y eso significa mucho trabajo para mí, lejos de esta pantallita.
Un abrazo a todos, creo que lo necesitamos.
enero 11, 2015 en 3:12 pm
Con tus palabras has hecho posible lo que parecía imposible: desgranar nuestros sentimientos. Enhorabuena por este pedacito de verdad.
enero 12, 2015 en 7:56 am
No se puede expresar mejor
enero 12, 2015 en 2:54 pm
Dices que inmoral guardar silencio, pero para esta sociedad no alcanzan las palabras, ni los vituperios, ni los lamentos, ni las lágrimas… a veces el silencio dice más.
Triste el mundo en el que somos juez y parte.
enero 12, 2015 en 2:57 pm
Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit.
Plauto.
enero 13, 2015 en 3:46 pm
Me siento … «nosotros», uno más.
Abrazo
enero 13, 2015 en 9:56 pm
Somos todos nosotros, Enrique. Sin excepción. Abrazo.
enero 13, 2015 en 9:58 pm
Una excepción… MAGISTRAL!!!
enero 13, 2015 en 10:00 pm
Es el primer derecho humano, Manolito: el derecho a la vida. Sin eso somos animales primitivos.
enero 14, 2015 en 5:45 am
Tu y yo habiamos hablado el día anterior a la masacre de París, de esas cosas lindas que siempre hablamos. De pronto nos cae toda aquella información de odio y muerte y me anuló.
Hasta que leí tu frase genial en facebook. Una palabra repetida, una pregunta que se me hizo universal:
Dios. Dios! Dios?
Te juro que lo pude metabolizar todo gracias a tí. No hará falta decir que te quiero mucho.
enero 14, 2015 en 5:48 am
No sería nada fácil enseñar a esos «algunos» que es más fácil querer que odiar.
Gracias Efe.
enero 14, 2015 en 5:52 am
Gracias, Maggi. Las tuyas se han convertido en mi tabla de salvación. Poder comer sano y disfrutarlo es toda una filosofía y es posible gracias a la sencillez con que presentas las recetas, como una madre cocinando con amor para sus hijos.
enero 14, 2015 en 5:57 am
Gracias, amigo Raúl.
El cantante argentino Alberto Cortés dijo en un concierto en L’abana, hace treinta años: Somos los demás de los demás. Y la frase se me quedó.
Soy un emigrante en una tierra donde el ellos y nosotros es demasiado común. Prefiero el nosotros…
enero 14, 2015 en 6:03 am
Exacto Magelita. De un lado o del otro, encuentran una manera de justificar lo injustificable o de cerrar los ojos a lo que no les conviene ver.
Y como siempre: si sucede en París o New York, es noticia, si sucede en Nigeria o en el Amazonas, no. Triste mundo este en el que solo nos miramos el ombligo…
enero 14, 2015 en 6:05 am
Tendrá que existir una manera de salvarla, Héctor. Sin panfletos ni mentiras…
enero 14, 2015 en 6:08 am
Gracias Isabel. Poderme leer entre las cosas de Emma y Sofía es un honor. Aunque hubiera preferido no tener que escribir sobre la barbarie, ay, si no existiera…
enero 14, 2015 en 6:12 am
Gracias Eley.
En un mundo ideal no hubiera tenido que escribir algo así. La diferencia se aplaudiría, en el actual sigue siendo motivo para asesinar. Por eso tenemos que seguir siendo diferentes, cueste lo que cueste.
enero 14, 2015 en 6:46 am
Gracias amiga. Poder leer tus cosas ha sido una de las sorpresas más agradables en los últimos meses. Con tus narraciones me puedes llevar de la lágrima y la ira, a la carcajada. Sigue escribiendo lo que te dé la gana, desde ese corazón maravilloso tuyo.
enero 14, 2015 en 6:50 am
Gracias, Eduardo. Traté de organizar un caos que no acabo de entender.
Soy ingenuo, creía imposible que existiera tanto odio, donde quiera…
enero 14, 2015 en 6:52 am
Gracias, costó trabajo hacerlo, entre la indignación y el dolor.
enero 14, 2015 en 6:55 am
Así es, desgraciadamente. Pero solo desde muy dentro de nosotros mismos lo podemos cambiar.
Cómo? No sé. Pero no puede ser con más odio.
enero 14, 2015 en 7:36 am
Cierto.
La diferencia se enseña, se aprende, y las palabras son unas herramienta.
Gracias por usarlas así de bien.
enero 14, 2015 en 9:13 pm
Muchas gracias. Me alegra que te guste lo que escribo.
enero 15, 2015 en 8:02 pm
Media rueda, sabes que me encanta todo lo que escribes por eso te dejo un regalito que lo puedes recoger en https://melbag123.wordpress.com/2015/01/15/que-emocion/. Es una humilde muestra de mi admiracion.
enero 17, 2015 en 7:52 am
Interesante artículo nos dejas en el día de hoy por ser noticia relevante y por otro lado tan desagradable de estar presente entre toda esa gente que desearía no sucedieran situaciones tan indignas, desagradables como la citada.
Un saludo cordial
enero 17, 2015 en 2:04 pm
Reblogueó esto en Ultimate Wanker Pressy comentado:
Somos tú y yo. Nosotros.
enero 18, 2015 en 1:04 am
Eyy… te quedo linda tu utópica reflexión.
enero 18, 2015 en 7:41 am
Gracias, Melba. Sabes que la admiración es mutua. Un abrazo.
enero 18, 2015 en 7:42 am
Gracias, amigo. Y saludos.
enero 18, 2015 en 7:43 am
Gracias Lino. Un abrazo desde este Polo Norte, congeladito y resbaladizo. (el Polo, no el abrazo)
enero 18, 2015 en 11:33 pm
Un abrazo bien apretao tambien.
enero 22, 2015 en 8:24 am
Hola Ernán, deseo poner en tu conocimiento que tu actuación me parece muy loable al escribir ese artículo que entiendo deja muy clara tu visión del tema al respecto. Eso dice mucho a tu favor!!
Un saludo cordial
enero 22, 2015 en 3:09 pm
Los mismos que dicen que es una barbaridad matar por una caricatura deberían haber pensado también que es igualmente una barbaridad morir por una; Si te dedicas a insultar a Al Qaeda, no esperes que te lleve a los tribunales por injurias. Digamos que esos muchachos se ciñen a un código penal diferente. Y luego está el caso de los millones de seres pacíficos a los que los caricaturistas estaban insultando igualmente. Una y otra vez. Por el amor de Dios. Vamos a ver, es que es muy simple: a los bárbaros no les gusta que los extranjeros les quemen los templos. Serán unos bárbaros por ello, y unos hideputas; pero quien elige no tenerlo en cuenta es un gilipollas.
enero 22, 2015 en 9:15 pm
Felicidades! Te he nominado al premio THE VERSATIL BLOGGER, como reconocimiento al contenido de tu blog.
Aquí tienes las bases, https://cosasdelos30.wordpress.com/2015/01/22/premios-versatil-blogger-2/
Un saludo
enero 23, 2015 en 7:23 am
Gracias, amigo. Creo que somos suficientes los que pensamos igual, por suerte.
Un saludo desde el Polo Norte, cubierto de nieve y sigue nevando…
enero 23, 2015 en 9:54 pm
Ahora todos somos el fiscal Nisman.
Espléndido artículo.
enero 24, 2015 en 1:30 am
Muchas gracias, Vanessa. Felicidades por el tuyo y saludos.
enero 24, 2015 en 1:37 am
No creo en la democracia, Stella, pero si creo que los de arriba deberían mantener el poder un máximo de cuatro años.
El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente.
La vida de un ser humano no significa nada para los que solo quieren el poder.
Gracias y un abrazo, lo necesitamos todos los de abajo.
enero 31, 2015 en 4:19 pm
Reblogueó esto en irsedecasa2014y comentado:
A veces las palabras las pone otro y la distancia en kilómetros se diluye.
febrero 3, 2015 en 11:20 pm
Nice! Hermosa síntesis de un sentimiento mutuo!! te abrazo!!
febrero 7, 2015 en 5:49 am
Muchas gracias, Deby. Por desgracia se suman los ejemplos, día a día.
febrero 7, 2015 en 5:53 am
Gracias, creo que todos sentimos lo mismo: rabia, vergüenza, frustración, impotencia, piedad…
Y podemos hacer poco para aplacar tales sentimientos.
febrero 7, 2015 en 5:57 am
La utopías nos han hecho seres humanos, con las excepciones de las que solo son un pretexto para mediante barrotes, fusilamientos y represión mantienen en el poder a los que solo quieren poder y lo disfrazan de Utopía.
febrero 7, 2015 en 6:00 am
Es una triste realidad, nos han convertido en el lobo del hombre. Oscuros intereses detrás de todo esto: ambición y poder.
Todos lo sufrimos, menos los que mueven las piezas del juego.
febrero 7, 2015 en 6:01 am
Muy de acuerdo Efe. Somos los de abajo, simples peones del juego de los poderosos.