DESPUÉS DE LA MEDIA RUEDA

Bitácora nostálgica, de un cubano que vive hace más de dos décadas en Suecia


23 comentarios

De elecciones y vacaciones

rinkeby torg

 

Hoy tenemos elecciones en Suecia. Mucha algarabía pero esté en el poder el partido que esté, los pobres seguiremos siendo pobres y los extranjeros seguiremos siendo cabezas negras.

Hace unos años se dio un escándalo con la presidenta del Partido Comunista, por su alcoholismo y con la del Socialdemócrata (los socialistas) por pagar viajes, y montañas de toblerones, con el dinero de los contribuyentes. Ayer estaban las dos apostrofando discursos en la placita de mi barrio de Rinkeby, rodeadas de acólitos.

Tenemos un nuevo partido que aspira a aumentar su popularidad: Iniciativa Feminista. Nadie tiene claro cuál es su programa. Su presidenta es la ex-alcohólica del Partido ex-Comunista. Lo dejó cuando le cambiaron el nombre por Partido de Izquierda. No pudo metabolizar la conversión nominal por mucho alcohol que tragó. De pronto reapareció como la fundadora de IF. Prefiero abstenerme que votar por ellas dos. Expuesto el caso de esta manera, cualquiera pensaría que soy un reaccionario de derechas y además sexista. Pero no.

Las semanas previas a las elecciones son una excelente ocasión para recordar que Rinkeby también pertenece a Suecia. ¡Hay rubios en la placita! Se sientan en unos quioscos y reparten propaganda y rosas. Ayer estaba un matrimonio rubio, con sus tres hijos rubios, almorzando en el restaurante somalí, comida somalí. Todos los miraban con cara de asombro. Tenían que haberse sentido mal. Recuerdo que un amigo sueco que me visitaba se sentía «en otro mundo», cuando entraba aquí. Lo decía así para no buscar bronca pero, como la mayoría de los nativos, odiaba venir a un lugar lleno de extranjeros.

Por alguna razón en Cruces, mi pueblo de nacimiento, vivían chinos, sirios, libaneses, españoles, americanos y hasta una francesa exhibicionista. Nunca escuché un mal comentario de mi familia sobre ellos. Eran tan vecinos como los demás, hablaran bien o no el español.

En breve me voy a Cuba por dos semanas, aquella isla multicultural con más defectos que kilómetros pero donde cualquier extranjero se asombraría de ver cabezas negras, rubias, rojas o calvas viviendo en armonía.

La maleta está lista desde ayer, las «medecinas» empaquetadas, dinero en efectivo en mano, pasaportes y taxi reservado. En Ámsterdam, el primer encuentro con nuestra tierra: mi amiga Lourdes me espera para volar juntos y estar diez horas dándole a la sinhueso.

A mi regreso, veremos que partido gobernará Suecia en los próximos cuatro años. Pero desde ahora puedo anticiparles quién gobierna en Cuba.

rinkeby torg 2